Tres puntuaciones surgen en el marco de la publicación del Seminario XVIII de Jacques Lacan, De un discurso que no fuera del semblante.
Con la primera, JAM dará a conocer sus intenciones de aquel entonces relativas al establecimiento de los 25 libros, destacando la perspectiva que surge con la ultimísima enseñanza: “es realmente Lacan contra Lacan. […] Lacan liquida todo lo que precede: es un serial killer, o incluso es un mass murder. […] Como no hay instrucciones de uso, creo que se volverá un emporio para los exégetas del futuro: ¿qué sentido darle?”.
La segunda respuesta se sitúa en torno a los términos discurso y semblante, subrayando que si “Lacan sueña con un discurso que, como excepción, no partiría del semblante sino, sin duda, de lo real – de un real desnudo, crudo, primario, pre-semblante”, esto es, de cierto modo, lo que intenta con su ultimísima enseñanza: “imaginar lo real, rechazando todos los discursos por considerarlos semblantes”. En este sentido, resaltará el antes y el después que ubica en Lacan a partir de mayo del ’68, momento en que pasa a psicoanalizar al psicoanálisis, lo que supone que el psicoanálisis mismo es relativizado.
En tercer lugar, se preguntará si existe verdaderamente para el discurso analítico algo como una “palabra inédita”, y lo sopesará tanto del lado del analista como del analizante. JAM advertirá que “los psicoanalistas están en el semblante hasta el cuello”, dado que dependen de una tradición, del prestigio social, de remilgos varios, a tal punto que “tiene mucho mérito” cuando un analista “intenta rescatar algo y hacer avanzar un poquito las cuestiones del saber”. Pero también indicará que todo ese semblante esta en vías de reducción acelerada debido a una “entropía” propia del psicoanálisis, de una lógica infernal que le es interna: “poniendo el know how al alcance de todo el mundo, se vacía al saber de la eficacia que tenía su oscuridad”. JAM no dejará entonces de preguntarse hasta cuándo podrá la Escuela “preservar algunas posibilidades de elaboración auténtica de saber, y también algún prestigio social”.