JAM pone al Uno en el centro de la cuestión, como principio del todo-cuantificable de estos tiempos, ubicando un pasaje del Uno de la fusión al Uno-solo. Plantea entonces que, a cada uno, su modo de gozar, y que el modelo de la vida cotidiana es la adicción, en tanto el Uno goza solo con su droga y toda actividad puede devenir droga.
Retoma también el ascenso del racismo profetizado por Lacan, para ubicar sus modalidades actuales.Habla de la ciencia como un frenesí que sacude a la humanidad y ubica el retorno de la religión como una compensación necesaria, que ofrece a la humanidad sufriente un sentido.
También aborda los nuevos modos de liderazgo ante la decadencia del Nombre del Padre y sus consecuencias en el mundo financiero.
Finalmente, qué pueden ofrecer Lacan y el psicoanálisis frente al malestar: Para el Uno extraviado está siempre la chance inaudita de establecer con el Otro una relación donde los malentendidos que usted tiene consigo tengan una posibilidad de disiparse.